Por un lado, debido a la revolución sexual, el sexo se banalizó y nos podemos preguntar si todavía quedan algunos tabúes por romper, por otro lado sigue existiendo la tensión entre la moral y la sexualidad. La reflexión sobre la moral nos dice que hay que tratar al otro siempre como fin en sí mismo mientras que en el sexo tratamos al otro como objeto; la moral nos impone reglas que en el sexo rompemos.
La sexualidad es nuestra parte más animal, más amoral, o tal vez incluso inmoral. Entonces, ¿Cómo aceptar moralmente algo tan amoral como el sexo? ¿Es el sexo o la sexualidad la unión de lo corporal y lo espiritual? ¿Nuestra moral limita la sexualidad? ¿Cómo ha de tratarse nuestra diferencia sexual? ¿Hasta que punto lo personal es político? ¿Cuál es el lugar que ocupa el sexo en nuestra esfera imaginaria?...
Estos y más temas en nuestro III Café Filosófico:
Jueves 30 de mayo a las 20.30.hr en el Delicius (c/Maestro Gómez Zarzuela 2, Sevilla)